Hace un par de años tuve la fortuna de participar en la Asamblea Ciudadana de Bruselas, un ejercicio político organizado por el partido local Agora. Este partido tiene como única finalidad el dar voz en el parlamento local a las resoluciones que se emiten desde esta Asamblea Ciudadana. Cuando digo “fortuna” es en forma literal ya que todo comienza a partir de una selección aleatoria para recibir la carta de invitación, su aceptación, y un sorteo posterior para elegir a los asambleístas.

Me dejaste una cicatriz de cirujía por una fractura de clavícula practicando el deporte que más disfruto.

Hace unos días se llevó a cabo en el Parlamento Europeo la conferencia Beyond Growth en su primera edición. La temática del evento se centra en el concepto del decrecimiento (degrowth en inglés) que es un movimiento transaccional que aboga por un cambio revolucionario en la sociedad al abandonar la idea de que el producto interno bruto (PIB), es decir, el crecimiento económico, es el principal indicador de prosperidad de una nación. En su lugar sistemas de producción que respeten los límites del ecosistema, las personas y del bien común deben ser promovidos.

Las causas del cambio climático que está sufriendo nuestro planeta se encuentran en los productos de la actividad humana. Prácticamente hemos pasado los últimos siglos, y principalmente los últimos años, sin responsabilizarnos por los efectos de generar materiales nocivos para nuestro ambiente, afectando nuestros ecosistemas en todos los niveles.

En el artículo anterior se describió la relevancia del paradigma de la mensajería en el desarrollo de sistemas de software y el rol que un broker de mensajes, como RabbitMQ, desempeña.